Tras aquel primer partido en Lalín, teníamos quince días para el estreno en casa. La cuestión es que a esas alturas, no teníamos campo donde jugar. Llamamos a muchas puertas, en la mayoría recibimos desprecio y malas contestaciones. Clubes deportivos, particulares con negocios prósperos, administraciones… Nadie se dignaba a ayudarnos. Pasaban los días, y los 30 componentes del equipo recorrimos, como digo, decenas de lugares en busca de ayuda. Ya incluso antes de la celebración del primer partido un diario nos había hecho un reportaje titulado “Locos por el rugby”, en la que fue quizás la primera aparición en prensa del VRC. Recuerdo también como Antonio Estévez, referencia de la radio deportiva de Vigo, nos ofreció ser entrevistados en su programa y poder suplicar un campo de rugby, como así fue.
Finalmente, conseguimos el campo de A Pasaxe en Vincios, donde jugaríamos hasta la temporada 1991-1992, y del que los “vigovellos” guardamos gratos recuerdos (tanto del campo como del Bar Dani, donde celebramos épicos terceros tiempos). El 29 de octubre de 1988, a las 12,30 horas, el VRC jugó su primer partido oficial como local (no podemos decir que fuera en Vigo), contra el Peñarredonda de A Coruña, siendo la alineación: Antonio, Javi Sousa, Ricardo Troncoso, Tito Salvadores, Rafa Salvadores, Arturo Iglesias, Ernesto Rodríguez Caamaño, Quique Paz, Manolo Lago, Serafín Saa, Julio Martínez, Paco Otero, Ramón Amoedo, Pedro de Castro y Paco Docampo. Anxo Fernández entró en la segunda mitad. El resultado final fue de 38-3 para Vigo.
A partir de ahí, todo un año de éxitos que culminaba con el ascenso a la 1ª división gallega. Jugamos en un campo de tierra fuera de Vigo, entrenábamos los lunes en el “picadero” de Samil (superficie de tierra y piedritas), en la playa y en el parque de Castrelos, y los jueves en Vincios. Creo recordar que teníamos 3 balones (de cuero, por supuesto), y todo nos lo pagábamos nosotros (desplazamientos, botiquín, alquiler cambio, licencias, equipaciones…).